Los secretos del clásico montadito sevillano
Sevilla es una ciudad repleta de grandes placeres gastronómicos. Uno de los más apreciados es el gusto por el montadito, un manjar cuya elaboración parece sencilla, pero que encierra sus pequeños secretos. En La Cocina de San Eloy, expertos en comida para llevar, vamos a desvelarte algunas de sus particularidades.
Aunque en principio no contiene grandes misterios, no es casualidad que los montaditos sean una de las tapas estrella en todos los bares sevillanos. En realidad no son más que pequeños bocadillos, sin embargo, para construir un sabor atrayente, no basta cualquier cosa. Lo puedes comprobar en nuestros pedidos de comida, cuyos montaditos gozan del sello de calidad del prestigioso Grupo San Eloy.
Por tanto, si deseas algo de comida para llevar para cualquier tipo de velada, unos montaditos variados nunca decepcionan. Si no lo tienes claro, para abrirte el apetito, te contamos algunos de sus secretos. ¡Presta atención!
1. El tamaño
Por definición, el montadito debe ser un bocado pequeño. Algunos amplian su tamaño, pero de esta manera, pierden su esencia. El valor de esta preparación está en la calidad de sus ingredientes y no en sus medidas. ¡Tenlo claro!
2. La calidad del pan
Pese a que el protagonismo reside en los ingredientes centrales, nada funcionará dentro de un montadito si el pan no responde a los cánones correctos. Aunque es posible apostar por alguna variedad más especial, generalmente el pan blanco, en sus diferentes formas, suele ser el más empleado.
A su vez, debe ser sustento y ofrecer el punto correcto de esponjosidad. Opcionalmente, el pan puede ser también crujiente, aunque la textura suele ser blanda. ¡Cómetelos como quieras!
3. Consistencia y jugosidad
Aunque hay montaditos basasdos en la extraordinaria calidad de un único ingrediente. Sirvan como ejemplos aquellos realizados unicamente con jamón, queso, chorizo picante, lomo o carne mechada, entre otros alimentos, generalmente estas preparaciones se caracterizan por mezclar dos ingredientes o más.
Generalmente, dentro de todos ellos, existe un elemento principal que dota de consistencia al montadito y otro que se encarga de añadir el toque de jugosidad necesaria. Y es que uno de los principales miedos en estas recetas es que quede especialmente seca. Por ello, ingredientes como el queso, el salmorejo y todo tipo de salsas son tan importantes
4. Contraste y asociación
En realidad en un montadito intervienen las lógicas clásicas del maridaje. Lo que está claro es que debes emplear ingredientes complementarios que originen un sabor tan unitario como atractivo para el paladar.
La forma de relacionarse entre los diferentes alimentos que integran el montadito debe ser el contraste, como el dulce y el salado, o la asociación, sabores muy cercanos entre sí que juntos se potencian. Aunque pueden existir más fórmulas, este es el camino más seguido habitualmente.
Como consecuencia de estos criterios, surgen extraordinarios montaditos como el de carne mechada y queso fundido, el de bacalao con salmorejo o el de morcilla serrana, queso y pimientos, solo por citar algunos ejemplos.
Siempre que vayas a preparar un montadito, te recomendamos seguir siempre estos consejos y si no te apetece hacerlos, la comida para llevar de La Cocina de San Eloy siempre estará disponible para ti con una variedad increíble. ¡No dudes en probar nuestros montaditos!
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